Madre de Rita

Irlanda

"Creo que un semestre así es una verdadera iniciación a la vida real."

¿Cómo se le ocurrió la idea de que su hija fuera al extranjero a estudiar en una escuela secundaria?

La escuela de Rita apoya mucho a los estudiantes y a sus padres para que el estudiante pase de manera completa o parcial el año escolar dedicado a los idiomas en un país en el que se habla el segundo idioma que hayan elegido alojándose con una familia anfitriona y estudiando allí en una escuela secundaria. 

 ¿Fue difícil tomar la decisión?

Para nosotros no porque somos una familia bastante flexible. Naturalmente la única dificultad fue la parte económica y que luego en un futuro nos podamos permitir hacerlo también con nuestras otras dos hijas.

¿Cómo y con qué frecuencia mantuvieron el contacto con su hija durante su estancia en el extranjero?

Hemos podido mantener el contacto fácilmente. Primero quedábamos en llamarnos o en chatear con Rita los sábados a una hora concreta. Después todo se hizo más flexible. En Semana Santa pasamos 5 días maravillosos en Cork con Rita, con sus dos hermanas y con mi madre.

 ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles?

Lo más difícil fue conseguir que Rita pudiera ir con su perra Cloé y que una familia anfitriona lo aceptara. La verdad es que Rita tuvo mucha suerte con esta familia que también adoraba a los animales y se notaba…

¿Sentía que su hija se encontraba en un lugar seguro durante su estancia en el extranjero?

¡Totalmente! No habríamos podido encontrar a una mejor madre anfitriona! Al final resultó que Mara aloja a estudiantes con frecuencia pero sólo para 2 o 3 semanas. Cuando se enteró de que alguien venía con un perro y para medio año, cambió de opinión y la aceptó.

¿Cuáles fueron las ventajas del programa para su hija?

Darse cuenta de la gran diversidad de personas que existen.

Creo que un semestre así es una verdadera iniciación a la vida real. El tener un poco la experiencia de estar casi sola en un país diferente pero siempre en un ambiente seguro.

Se ha hecho muchos amigos.

Y por último pero no por ello menos importante, el desarrollo de sus habilidades lingüísticas hacia un nivel más alto y el poder practicar el idioma.

¿En qué medida cambió la personalidad de su hija?

Quizás se ha  hecho mayor, adulta y no sólo con respecto a su edad. ?

¿Se arrepintió en algún momento de que su hija participara en el programa? ¿Por qué?

¡No nos hemos arrepentido de nada!

¿Recomendaría el programa a otras personas también? ¿Por qué?

Lo recomendaría de buena gana aunque, tal y como pude comprobar entre los compañeros de clase de mi hija Rita, ser lo suficientemente valiente como para empezar un programa así depende, en una medida similar, tanto de la flexibilidad y de la apertura de mente de la familia y de la personalidad del chico o chica como de la ayuda brindada por los trabajadores del programa.